A menudo me pregunto si en los gimnasios o Dojos se prepara
a sus estudiantes de artes marciales a ser verdaderos guerreros. Guerreros
contemporáneos claro, que es lo que supuestamente somos, porque los de antaño,
ya lo fueron en su tiempo. Eso es obvio.
Cuando hablo de preparación, me estoy refiriendo en todas
sus facetas, ya que todas son importantes y no hay una más importante que otra.
Es decir, si la enseñanza va solo encaminado a la técnica de combate, de la
defensa, de la competición deportiva etc. o también se intenta inculcar ciertos
valores de cortesía etc. o de conducirse en su interior: psicología, calma,
control etc. O si me apuran, a controlar los instintos naturales…la sangre
fría, sin tener escrúpulos ni prejuicios para quien no los tenga contigo en
caso de defensa. Si somos capaces de soportar el dolor, o si podemos hacer
frente a los perjuicios.
Un guerrero que está expuesto a la muerte en la batalla,
puede estar exento de todos estos factores?- ¿Debe un guerrero afrontar la
muerte y el valor de asumirla?
Todas estas preguntas me vienen hoy, porque me ha llegado
algo que decía más o menos así:
“Si te dieran un libro con la historia de tu vida escrita, ¿
leerías el final?”
Yo respondí que ya conozco mi destino…al final, muero!
Me volvieron a preguntar:
“Pero cómo?
Y rodeado de quién?
Y sentirse realizado en la vida?”
Y rodeado de quién?
Y sentirse realizado en la vida?”
Y esta fue mi respuesta:
La causa de mi muerte me da igual. Después de todo, solo se
sufre en vida...puedes soportar el dolor más intenso, pero cuando te llega la
hora de la muerte, todo habrá pasado. La gente que te quiere estará, la que te
odia no estará. Yo desde ya, me siento realizado en la vida, he dado todo en lo
que he hecho y lo seguiré dando... o si no, simplemente no lo hago. Cuando doy,
lo hago sin pedir nada a cambio, por lo que nada espero. Kara-Te= Mano Vacía.
Así he llegado al mundo y así lo quiero dejar.
Lo cierto es, que si un guerrero que sienta la muerte como
un prejuicio, está condenado al fracaso. Porque la muerte, estará presente en
cada batalla.
Otro factor importante, es estar siempre alerta, nunca se
sabe cuándo te viene el agresor. Por menos de que cante un gallo, se desata una
disputa y el ataque puede ser inminente. Y cuando esto sucede, nadie lleva
escrito cuánto daño quiere causarte. Por tanto, compasión nula!- Todo el daño
que tú quieras evitar hacerle, es posible que es el mismo daño que el agresor
quiera causarte. Honor a quien Honor merece, dolor a quien te quiera causar
dolor. Esa es la ley de la legítima defensa.
Por tanto, uno de los puntos fundamentales, es estar alerta.
Alerta desde el primer momento en que sales a la calle, después no vale la
improvisación.
Para muestra un Botón (Lean atentamente este artículo y si
pueden, vean el vídeo):
ADVIERTO que las imágenes del vídeo pueden ser fuertes!...pronto
esta actividad llegará aquí a España (si es que aún no ha llegado) y a muchos
países del mundo.
Ser guerrero o morir en el intento. Esa es la cuestión!
Cosa muy distinta es quien decida practicar artes marciales
como deporte de competición, donde hay unas normas que lo rigen.
Ricardo Mercado Sierra
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