LA CRUDA REALIDAD

Quizás sorprenda a muchos cuando hablando de la legítima defensa digo muchas veces que hay que reaccionar sin ningún perjuicio, contundente y sin miramientos. Algunos pensaran que no es lícito de alguien que se dedique a la docencia de artes marciales hablar así. Pero ante la cruda realidad, hay que mostrarse realistas!

Las florituras, patadas voladoras y ejercicios demasiado vistosos en la defensa personal, quizás nos valen para desenvolvernos con soltura, pero carecen muchas veces de realismo y eficacia. Yo soy partidario de entrenar toda clase de metodologías y técnicas. Como digo, nos permiten adquirir desplazamientos, golpear con cierta técnica, esquivar y en definitiva, desenvolvernos con soltura. Después, todo dependerá del realismo que nos encontremos y saberlo aplicar. En la calle, no es tan importante que una determinada posición nos salga al 100% perfecta, que una patada sea más vistosa y espectacular que otra...en la calle son otros factores los que cuentan con mayor importancia. Factores como sangre fría; ausencia de temor; prejuicios; filosofías y creencias erróneas de la doble moral y ética; coraje y una gran dosis de instincto asesino, acompañado todo con la agresividad adecuada para cada momento y situación.

Yo mismo me he visto en una situación muy parecida a la que se ve en el vídeo y sé de lo que hablo.

Sería maravilloso poder vivir en un mundo donde los valores que deseamos inculcar en el Dojo se pudieran llevar a cabo con todos. Pero hay situaciones en que todos esos valores se deben dejar exclusivamente en el Dojo y con guerreros que sepan o intenten vivir de acuerdo con esas normativas. Con los demás y ante personas que no saben ni entienden de ética combativa ni moral que les frene su violencia, hay que convertirse en Salvajes.

Mi intención aquí no es ni mucho menos prescribir la violencia gratuita, ni tomarse la justicia por su mano. Mi intención es dar a conocer una realidad por la que yo mismo he pasado y que depende de nuestra habilidad para salir vivo de una situación semejante. Desde el momento en que estamos decididos a salir a la calle, hay que estar preparados psicológicamente para que en cualquier momento podamos estar listos para afrontar una situación de extrema violencia y en la medida que podamos, también preparados físicamente. Pero la primera con mayor motivo, ya que muchos factores no se aprenden en el Dojo (por desgracia).

Si hemos visto el vídeo, el agredido es victima no solo de la paliza que recibe, si no que es victima de sí mismo...es presa del pánico y esa fue su perdición entre otras cosas. Se ve frenado, paralizado por el horror. Ni intenta defenderse. En esta situación hay que tener la mente despejada...total ausencia de temor, sangre muy fría, instincto asesino, sin perjuicios ni nada que pueda bloquearnos. Esto tampoco nos dará la victoria, pero al menos podemos quizás alcanzar a más de uno y quien sabe...En definitiva, nunca quedarse quieto e ir a por todas, después de todo, nunca estarás solo, la muerte está contigo y solo hay una manera de divorciarse de ella, salir vivo!

Las artes marciales tienen dos caras y a veces nos damos cuenta demasiado tarde de que no todo era aprender a pegar patadas vistosas y que la otra cara de la moneda era tan importante como la primera. No solo hay que estar preparadao físicamente, sino también mentalmente.

¿Lo estamos?

Ricardo Mercado Sierra