ADVERTENCIA:
El contenido de esta nota, contiene imágenes que pueden herir la sensibilidad del lector.
Se sabe que a lo largo de la historia hubo muchos genocidios. Pero tal vez el más cercano en la historia sea el holocausto nazi o el Holodomor en Ucrania.
Cierto que en todos los bandos se perpetraron crímenes de guerra, en todas las guerras habidas y por haber, tanto de un bando como del otro, sean fascistas o comunistas, rojos o fachas. No hay justificación alguna para justificar un crimen. Menos aún, cuando se trata de acribillar a un niño inocente.
Se han rodado muchas películas de nazis, por ejemplo la tan famosa del “Niño con el pijama de rayas”. Pero en realidad, hubo miles y miles de niños con pijamas de rayas.
Ésta es la imagen de una secuencia de la película del Niño con el pijama de rayas:
Pero lo que vamos a ver a continuación, son imágenes reales...
¡NO PODEMOS PASAR PÁGINA A UN CRIMEN TAN HORRENDO!
Esta imagen es de un niño real, no es ficción!
Vamos a dejar por un momento las ideologías políticas a un lado y nos vamos a concentrar un rato sólo en el contenido de los hechos. Si después de conocer su historia no les conmueve el corazón, usted no es humano.
El rostro de la inocencia: el niño judío Istvan Reiner, de cuatro años, fotografiado en 1943 poco antes de ser deportado y asesinado en Auschwitz (foto: Pinterest).
En el año 2005, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución 60/7, proclamando oficialmente el 27 de enero, aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau en 1945, como “Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto”.
El niño de la fotografía después de llegar a Auschwitz en 1944, sonriendo a la cámara mientras juega con una carta. Después de esta fotografía, fue gaseado junto con su abuela en Auschwitz.
La madre de Istvan, Livia Vermes, ya tenía un hijo, Janos (John) Kovacs de un matrimonio anterior con Gezo Kovacs.
Janos proporcionó esta foto al Museo del Holocausto. Fotografía número 54823.
Pero como él, hubo miles de niños más.
Los tatuaban con un número.
Algunos de ellos pudieron sobrevivir gracias a liberación las tropas enemigas del régimen nazi.
En todo caso, podemos ver que no había un solo niño con el pijama de rayas. Sino que se podía contar por miles.
Donde eran sometidos a horrorosas torturas y experimentos médicos como conejillos de indias.
Miles de niños lucían tristemente el pijama de rayas. Sus caras sólo pueden reflejar sufrimiento y dolor.
Llegaban en tren, apiñados como sardinas en lata.
Una vez en el campo de concentración - más bien en el campo de exterminio, los engañaban, les decían que se dieran una ducha fresca y se relajaran del cansado y agotador viaje. Los niños iban contentos a la ducha.
No eran duchas. Eran las temibles cámaras de gas.
Un gas altamente contaminante y letal.
Después sus cuerpos sin vida, eran llevados al crematorio.
Al entrar, lo primero era separarlos de los padres y sometidos al miedo y al terror.
Éstas fotos son de unas escenas de la película polaca Twarz Aniola (1971). Pero reflejan muy bien la realidad histórica.
Si bien recordamos la película “La vida es Bella”, en un intento de quitar lo trágico y convertirlo en humor, la realidad era bien distinta.
Tan solo hay que fijarse en los rostros de estos niños.
Ahora les pido por favor que, intenten averiguar que nos quieren decir con su mirada. Y si hay alguien entre ustedes estimados lectores, que no se le conmueva el corazón (fuera ideologías políticas y lejos de extremos pensamientos ideológicos), es que dejaron de ser humanos. Y si hay alguien que apoye esta crueldad, no merecen estar entre mis amigos.
No. No es solo destapar los horrendos crímenes de guerra del bando fascista. También tomo conciencia de los perpetrados por los bandos denominados “rojos”, tal cual fueron los genocidios armenios y otros.
Existieron muchos genocidios contra la población más débil como son los niños, tanto de un bando político/militar, como de otro.
Aquí niños armenios en campos de concentración:
Este año, la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) escogió como tema de la conmemoración “Educar para el futuro: La función de los emplazamientos históricos y los museos en la educación relativa al Holocausto”.
Más allá de su función inicial de dar testimonio de los crímenes perpetrados, estos lugares desempeñan un papel esencial en la educación relativa al genocidio del pueblo judío y otros crímenes cometidos por el régimen nazi y sus colaboradores. Este Día Internacional pone de relieve su indispensable función, y examina de qué manera los memoriales y museos abordan los temas contemporáneos en relación con los jóvenes, para ayudarles a comprender el pasado en las sociedades actuales.
Francamente, ¿ Aún creen que merece la pena defender los extremos políticos?
-Ricardo Mercado Sierra-
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