sábado, 9 de abril de 2011

La España Samurai

La España Samurai

El primer samurai que pisa tierras españolas, fue Hasekura Rokuemon Tsunenaga (支倉六右衛門常長?). Bautizado en España como Felipe Francisco de Faxicura, fue un samurái japonés que prestó servicios al daimyō de Sendai, Date Masamune.




La misión japonesa conversó con Felipe III, rey de España, el 30 de enero de 1615. Hasekura envió al Rey una carta de Date Masamune ofreciendo un tratado. El Rey respondió que haría lo posible para cumplir sus peticiones.
Hasekura fue bautizado el 17 de febrero por personal de la capellanía real, y renombrado como Felipe Francisco Hasekura (Faxecura o Faxicura, según la transliteración del japonés de la época).


Después del viaje a España, la misión se embarcó hacia el Mediterráneo a bordo de tres fragatas hacia Italia. Pero el mal tiempo hizo que se establecieran en el puerto francés de Saint-Tropez, donde fueron recibidos por la nobleza local, y llamaron la atención en el pueblo.
La visita de la misión japonesa fue recopilada en la historia de la ciudad como "Felipe Francisco Faxicura, Embajador al Papa, de Date Masamunni, Rey de Woxu en Japón".
Algunos detalles pintorescos de estos movimientos fueron recopilados:
Nunca tocaban la comida con sus dedos, sino que usaban dos pequeñas varas que ellos sujetaban con tres dedos.
Soplaban sus narices en papeles de seda suave del tamaño de una mano, que nunca lo usaban dos veces, así que ellos los arrojaban al suelo después de usarlos, y ellos estaban contentos de ver a nuestra gente alrededor precipitándose a recogerlos.
Sus espadas cortan tanto que ellos pueden cortar un papel suave poniéndolos sobre el filo y que el viento soplara sobre ellos.

Relaciones de Madame de Saint Tropez, octubre de 1615, Bibliotheque Inguimbertine, Carpentras.



(Hasekura orando, tras su conversión)

Segunda visita a España

De vuelta a España, Hasekura se encontró de nuevo con el Rey, que declinó firmar el acuerdo comercial, basado en que la misión japonesa ya no aparentaba ser una misión oficial del gobernante japonés Tokugawa Ieyasu, que había promulgado un edicto en enero de 1614 ordenando la expulsión de todos los misioneros en Japón, y que había empezado la persecución de la fe cristiana en Japón.
La misión partió de Sevilla hacia México en junio de 1617 después de un período de dos años en Europa, pero algunos japoneses decidieron quedarse en España, en una ciudad cercana a Sevilla (Coria del Río), donde sus descendientes todavía conservan el apellido Japón.

Regreso a Japón

En abril de 1618 el San Juan Bautista llegó a las Filipinas desde México, con Hasekura y Luis Sotelo a bordo. La nave fue adquirida por los españoles, con el objetivo de construir defensas contra los holandeses. Hasekura regresó a Japón en agosto de 1620.
Durante el tiempo en que Hasekura regresó, Japón cambió drásticamente: se estaban haciendo esfuerzos para erradicar el cristianismo desde 1614, y Japón ya se estaba acercando al Sakoku, el período de aislamiento. Debido a estas persecuciones, los acuerdos comerciales con Nueva España que se iban a establecer fueron negados. Al final, su misión tuvo muy pocos resultados, los relatos de los que viajaron a Europa y América, que habían descrito el gran poder universal español, pudieron haber precipitado al Shōgun Tokugawa Hidetada en romper las relaciones comerciales con España en 1623 y con las relaciones diplomáticas en 1624.
Lo que le ocurrió a Hasekura en sus últimos años es desconocido. Algunas versiones afirman que abandonó el cristianismo, otros que fue martirizado por su fe, y otros que practicó el cristianismo en secreto. Murió en 1622 y su tumba es visible en el templo budista de Enfukuji (円長山円福寺) en Miyagi.


Tumba de Hasekura en Enfukuji (1900)

Guía de la tumba de Hasekura en Enchōzan (en japonés):
http://www.thr.mlit.go.jp/kamafusa/guide/guide01/top.html

No obstante, muchos samuráis se establecieron en el pueblo sevillano de Coria del Rio, donde se pueden ver muchos ciudadanos con el apellido “Japón”. Una de las razones de adoptar este apellido, viene por la dificultad dialéctica en pronunciar los nombres japoneses y el modo de escribirlos. De este modo, deciden las autoridades eclesiásticas y civiles, registrar a estos con el apellido de Japón.

Aún en la actualidad, en Coria del Rio (Sevilla), se pueden ver numerosos talleres y empresas con nombres y kanjis japoneses. El equipo de Rugby, se conoce como “Coria Samurais” y muchas de sus esculturas en Coria del Rio, nos recuerdan el paso de los samuráis por dicha ciudad.


(Estatua en homenaje al samurai Hasekura por su paso por Coria del Rio)



(observen el Torii detrás de la estatua de Hasekura)


(Escudo del Club de Rugby Coria Samuráis)

De modo, que España (Coria del Rio en Sevilla), tiene un poco de Japón y de sus bravos guerreros samuráis.

Notas históricas:

1. - Se llegó por fin a salvo, después de algunos peligros y tempestades al puerto de Sanlúcar de Barrameda el 5 de octubre, donde residiendo el Duque de Medina Sidonia y avisado del arribo, envió carrozas para honrarlos, recibirlos y acomodar en ellas al Embajador y a sus gentiles hombres, habiéndoles preparado un suntuoso alojamiento; y después de haber cumplido con esta obligación como correspondía, y de regalarlos con toda liberalidad, a instancias de la ciudad de Sevilla hizo armar dos galeras, las cuales llevaron a los embajadores a Coria, donde fueron hospedados por orden de la dicha Ciudad por Don Pedro Galindo, veinticuatro, el cual se ocupó con gran diligencia en tener satisfecho el ánimo del Embajador con todos los placeres y regalos posibles, procurando este entretanto que preparasen ropas nuevas a su séquito y ayudantes para resplandecer con más decoro y pompa a la entrada en Sevilla. Mientras se resolvía esta cuestión, la Ciudad determinó enviar a Coria a Don Diego de Cabrera, hermano del padre Sotelo, a Don Bartolomé López de Mesa, del hábito de Calatraba, a Don Bernardo de Ribera, a Don Pedro Galindo y a multitud de jurados y otros caballeros para que en su nombre besaran la mano al Embajador y lo felicitaron por su llegada a salvo. Sobre esto, quedó el Embajador contentísimo, agradeció mucho a la Ciudad que por su generosidad se complacía en honrarle, y departió con los dichos caballeros mostrando mucha prudencia en su trato.
A veintiuno de octubre del dicho año la ciudad hizo otra demostración de la mayor cortesía para el recibimiento del embajador y del Padre Sotelo mandando carrozas, cabalgaduras y gran número de caballeros y de nobles que lo escoltaron formando una cabalgata de gran solemnidad. Saliendo el embajador de Coria, vio con sumo placer el honor que se le había preparado, la pompa de los caballeros y la gran cantidad de gente que lo acompañó durante su camino hacia Sevilla.
Cerca de Triana y antes de cruzar el puente, se multiplicó de tal manera el número de carrozas, caballos y gentes de todo género, que no bastaba la diligencia de dos alguaciles y de otros ministros de la justicia para poder atravesarlo. Finalmente compareció el Conde de Salvatierra. Asistente de la Ciudad, con gran número de titulados y con los restantes veinticuatro y caballeros; y el embajador desmontando de la carroza, montó a caballo con el Capitán de su guardia y Caballerizo, vestido sobriamente, a la usanza del Japón, y mostrando al Asistente lo obligado que quedaba de la mucha cortesía y honores que la Ciudad se servía de usar con él, fue puesto en medio del dicho Asistente y Alguaciles Mayores y prosiguiéndose la cabalgata con increíble aplauso y contento de la gente, por la Puerta de Triana se dirigieron al Alcalzar Real.

(Scipione Amati, Historia del regno di Voxu, 1615.)

2. - Miércoles 23 de octubre de 1614 años entró en Sevilla el embaxador Japon Faxera Recuremon, embiado de Joate Masamune, rey de Boju. Traía treinta hombres japones con cuchillas, con su capitán de la guardia, y doce flecheros y alabarderos con lanças pintadas y sus cuchillas de abara. El capitán era christiano y se llamaba don Thomas, y era hijo de un mártyr Japón. Venía a dar la obediencia a Su Santidad por su rey y reyno, que se avía baptizado. Todos traían rosarios al cuello; y él venía a recibir el baptismo de mano de Su Santidad. Venía en su compañía fray Luis Sotelo, natural de Sevilla, religioso de San Francisco recoleto. Salieron a Coria a recebirlo por la Ciudad, el veinticuatro don Bartolomé Lopez de Mesa, y el veinticuatro don Pedro Galindo; y junto a la puente los recibió la Ciudad. Entró por la puerta de Triana, y fue al Alcázar, donde la Ciudad lo hospedó, y hizo la costa mientras estuvo en Sevilla. Vido la Ciudad, y subió a la Torre. Lunes 27 de octubre de dicho año por la tarde, el dicho embaxador, con el dicho padre fray Luis Sotelo, entró en la Ciudad con el presente de su rey con toda la guardia, todos a caballo desde la puente. Dio su embaxada sentado al lado del asistente en su lengua, que interpretó el padre fray Luis Sotelo, y una carta de su rey, y una espada a su usanza, que se puso en el archibo de la Ciudad. Esta espada se conservó hasta la revolución del 68 que la chusma la robó. La embaxada para su magestad el rey don Felipe Tercero, nuestro señor, no trataba de religión, sino de amistad.

(Biblioteca Capitular Calombina 84-7-19. Memorias..., fol.195)

Más detalles sobre el tema:
HISTORIA DEL APELLIDO JAPÓN:
http://www.ayto-coriadelrio.es/opencms/opencms/coria/municipio/Historia/apelljapon.html

Exposición de Hasekura en el museo de la ciudad de Sendai (en japonés):

http://www.city.sendai.jp/kyouiku/museum/syuuzou/hasekura/index.html

(Fuentes: Wikipedia y algunas personales).


Hay una película que relata esta historia de los samurais en España y Europa. Desconozco el título, la he visto hace algunos años en un canal de televisión alemana. Si alguien conoce esta película,rogaria posteara el título de la misma. Gracias!

Un saludo

Ricardo Mercado Sierra

LA GUARDIA CIVIL- LA BENEMÉRITA

 Nota: Este artículo no pretende hacer ningún tipo de apología política, sino simplemente aclarar algunos conceptos muchas veces confundidos...