jueves, 7 de marzo de 2024

LA GUARDIA CIVIL- LA BENEMÉRITA

 Nota: Este artículo no pretende hacer ningún tipo de apología política, sino simplemente aclarar algunos conceptos muchas veces confundidos o ignorados.

Me he abstenido de escribir la historia del origen de la Guardia Civil, ya que considero que es bastante popular y conocida por todos. Pero sí apuntar algunos detalles que forman parte de su historia.

LA BENEMÉRITA


El cuerpo de la Guardia Civil no nace en tiempos franquistas como muchos piensan. En la segunda república la Guardia Civil ya servía al pueblo.  El rol desempeñado por la Guardia Civil durante la Segunda República española como principal cuerpo de seguridad ofrece el suficiente atractivo para indagar sobre las motivaciones del conflictivo contexto sociopolítico del país en la búsqueda de una visión profunda y de alcance, en torno a las relaciones de la Institución con los distintos gobiernos republicanos. En este sentido, los miembros de la Guardia Civil, fiel reflejo de la sociedad de la época y continúan siendo fiel a su compromiso para con su pueblo. Por algo se le llama "Guardia Civil" y no "Policía" como suele llamarse a otros cuerpos de carácter del orden público. Están para y por la población civil y sus intereses.

Agustín M. Pulido Pérez nos habla en su libro sobre la Guardia Civil en la segunda república



ORIGEN DEL CUERPO

Para los que aún piensan o creen que la Guardia Civil es de ideología franquista.

Para encontrar los orígenes del cuerpo hay que remontarse a 1844, durante los primeros meses del reinado de Isabel II y atendiendo a dos razones fundamentales: La primera, la necesidad que tenía el incipiente estado liberal de revertir la situación de inseguridad, especialmente desde la guerra civil, que hacía de España un país peligroso repleto de malhechores y delincuencia que hacían temible transitar por los caminos.

La segunda razón por la que nació la Guardia Civil responde al deseo de modernización de la administración: La determinación de la monarquía isabelina y los partidos que la sustentaban, recuérdese moderados y progresistas, de dotar a España de una administración moderna y rigurosa. Ninguna de estas dos razones obedecen a combatir contra los llamados Rojos en tiempos franquistas. De modo que, queda claro que la Guardia Civil no nace durante la dictadura de Franco. Es hora de enterrar al fantasma que asocia la institución de la Guardia Civil con el franquismo. No dudo de que haya guardias civiles con ideologías franquistas, pero esa no es a ideología de la institución en sí misma. Como personas individuales que somos, nos podemos encontrar con personas de distintas ideologías políticas o religiosas diversas, este hecho se da en todos los campos y en todos los gremios. Pero fundamentalmente, la Guardia Civil (la benemérita), está al servicio del pueblo y cumple con el deber de procurar la paz y el bienestar de su pueblo, garantizando el orden y la seguridad de todos los ciudadanos. 

Dentro del cuerpo de la Guardia Civil existen más de una decena de especialidades: montaña, buceo, antidroga, tráfico, etc. Operativos por tierra, mar y aire. A día de hoy, unos 80.000 agentes velan por nuestra seguridad en España. Normalmente, cuando nos referimos a este cuerpo lo llamamos Guardia Civil, y si lo llamamos Benemérita también es totalmente correcto.

Recuerdo que en el año 1979 leía en una de las revistas más prestigiosas de Alemania "Stern" un artículo sobre los distintos cuerpos de seguridad del estado de todo el mundo, así como la Scotland Yard, la FBI, la Gendarmería Nacional francesa y la Guardia Civil. De esta última decía que estaba entre las primeras mejores policías del mundo, la mejor formada y por su carácter humanitario.


Pero ¿se han preguntado alguna vez por qué se le llama también así, Benemérita?

La Guardia Civil también es llamada Benemérita. Para encontrar el origen de este sinónimo a la hora de referirse al cuerpo de la Guardia Civil hay que remontarse a sus primeros años de funcionamiento. Todo surgió de manera espontánea entre el pueblo y sus representantes y la prensa: Cada vez se aludía con más frecuencia a la institución como esa fuerza benemérita y protectora que ha devuelto la paz y tranquilidad a pueblos, caminos y campos de España, prestando innumerables auxilios a las personas.
BENEMÉRITA también se puede entender como BENEVOLENCIA.

La Benevolencia es una cualidad del ser humano con la que demuestra en sociedad que es bueno con los que convives. Según su etimología, Benevolencia se compone de los términos “Bene” significa “Bueno” y “Voló” quiere decir “Querer”. Es decir que una persona que es Benevolente quiere ser buena con los demás. Sus sentimientos, dictan que las acciones que tiene que tomar deben beneficiar a los demás, incluso si su bienestar se ve comprometido. Filosóficamente, la benevolencia es el valor que se le aporta a las acciones, este valor es positivo y es concebido para que todas las acciones a partir de esta, estén constituidas para hacer el bien.

DEFINICIÓN DE BENEMÉRITA

Benemérito o benimérita es un adjetivo que procede de la expresión latina bene meritus y quiere decir digno de ser valorado y reconocido. Así, una acción tendrá la calificación de benemérita si tiene un singular mérito, valga la redundancia. De esta manera, si un comportamiento destaca por su actitud generosa, valiente y orientada a la ayuda a los demás, se puede decir que se trata de un conducta benemérita.



Numerosos grabados de la época nos hablan de las acciones y obras  humanitarias de la Guardia Civil.
Así fue en sus comienzo y perduran en la actualidad.










De hecho se crea el cuerpo ola espacialidad del SEPRONA, para velar por el medio ambiente y la seguridad de animales y plantas, procurando mantener el planeta fuera de contaminación y en las mejores condiciones medioambientales. Una labor puramente humanitaria.

Esa alusión de la Benemérita a la Guardia Civil fue la consecuencia de una filosofía de servicio implícita en la letra del reglamento para el servicio y su famosa cartilla. Textos donde su autor, el duque de Ahumada, puso especial énfasis en su vertiente humanitaria. Se diría que el espíritu benemérito está en el ADN de la Guardia Civil desde su creación.










El término de Benemérita procede del latín, de la palabra benemeritus, frecuentemente escrita bene meritus y que literalmente significa "que lo ha merecido", por lo que se entiende digno de una alabanza o de un galardón. La Guardia Civil adquirió el título de Benemérita al serle concedida, tal día como hoy en 1929, la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia, con distintivo negro y blanco, el cual reconocía las actuaciones que implicaban riesgo personal.







La Orden Civil de Beneficencia era una distinción civil española que se creó en 1856, durante el reinado de Isabel II. Hasta 1929, había otorgado 438 cruces a guardias civiles individuales y ese año le concedió a la Guardia Civil en su conjunto la Gran Cruz por Real Decreto, del 4 de octubre de 1929, en reconocimiento a "los innumerables actos de servicio abnegados, humanitarios y heroicos que los individuos pertenecientes al mismo han realizado con motivo de incendios, inundaciones y salvamentos de náufragos" desde la fundación del Instituto Armado hacía casi 85 años, desde mayo de 1844.

Esta distinción de la Orden Civil de Beneficencia también fue otorgada a otras personas e instituciones, pero la Guardia Civil es la única a la que se le atribuye la denominación de Benemérita.

"La lealtad, el sacrificio, la austeridad, la disciplina, la abnegación y el espíritu benemérito son los principios clave que guían las actuaciones de los hombres y mujeres guardias civiles, y el férreo cumplimiento de estos compromisos ha permitido al Cuerpo garantizar la seguridad de la ciudadanía hasta nuestros días".

En la actualidad, ese espíritu benemérito se mantiene vigente de manera expresa en el Código de Conducta del personal de la Guardia Civil, cuyo artículo 21 exige a sus miembros prestar auxilio con los medios a su alcance a todo aquel que lo necesite, se encuentren o no de servicio, con especial atención a las personas y colectivos más vulnerables".


 El honor consiste en hacer hermoso aquello que uno está obligado a realizar.
A. V. de Vigny (1802 – 1885)
 

Si se busca documentación sobre principios o valores que deben inspirar la labor profesional de un guardia civil, nos encontramos con un gran número de códigos de conducta emanados de multitud de organismos tanto nacionales como internacionales, así como normas originadas desde la propia Institución.Bandera España

Desde la misma fundación de la Institución, la “Cartilla del Guardia Civil” contemplaba tanto reglas morales como de urbanidad y protocolo, y pretendía dotar a los guardias de una sobria formación moral y humana, dignidad y sentido del honor.

El lema del guardia civil es: “El Honor es mi Divisa”. Y este es el valor principal que debe asumir un guardia.  El honor es un conjunto de obligaciones que, de no cumplirse, hacen que se pierda. El honor tiene un código: una serie de cualidades basadas en ideales de lo que constituye un comportamiento honorable.

Un guardia civil es militar en cuanto a su disciplina, su honor y espíritu de sacrificio, su abnegación, integridad, profesionalidad, lealtad y compañerismo. Pero también es un ciudadano, con algunos de sus derechos fundamentales limitados, un funcionario cualificado de la Administración del Estado; un policía que vela por la seguridad de todos.

El principio de cumplimiento del deber de un guardia civil limita la propia voluntad, no coercitivamente, sino como una necesidad moral; moral que debe ser interiorizada como propia. Ya en la época fundacional fueron definidos unos principios que NO son una lista de palabras huecas sino algo que el guardia civil asume y hace propios:

Sacrificio: Peligro o trabajo grave a que se somete una persona, acto de abnegación inspirado en el sentido del deber. Se traduce en subordinar la vida o el bienestar propios por los de los demás.
Lealtad: Cumplimiento de lo que exige la fidelidad y el honor.
Austeridad: Moderación de los sentidos y pasiones ante metas más elevadas como el cumplimiento del deber.
Disciplina: Doctrina, instrucción de una persona. El significado implica la observancia de unos principios de obediencia que sólo conoce el límite moral del honor y el material de la Ley.
Abnegación: Sacrificio que alguien hace de su voluntad, de sus afectos o de sus intereses, generalmente por motivos profesionales o por altruismo.
Espíritu benemérito: Benefactor, que hace bien a los demás. Se consideran las necesidades del prójimo por encima de las de uno mismo.
Puede entenderse que estos valores son naturales es decir, que existen como ideas universales, como conceptos superiores e independientes, al margen de las ideologías o las tendencias políticas y que tienen una clara permanencia en el tiempo.

A pesar de la lejanía en el tiempo desde su adopción por la Guardia Civil, la esencia de estos valores no ha dejado de ser compartida y apreciada por la sociedad a la que aquélla sirve.

La estima de la Institución por parte de la sociedad tiene su fundamento en esta percepción común de estos valores como ideales. Su permanencia no supone una Guardia Civil anclada en el pasado sino una Institución que evoluciona y se adapta a la realidad social del momento y a su complejidad y que hace frente a las nuevas amenazas.

Puede apreciarse lo aventajado de la visión del Duque de Ahumada si se considera que los valores que contiene la “Cartilla” han trascendido a su época e inspiran actualmente, más de 160 años después de su primera redacción, a las mujeres y hombres que hoy integran la Guardia Civil.


El Honor es mi Divisa

Por todo ello, gritamos:

¡VIVA ESPAÑA!

¡VIVA LA GUARDIA CIVIL!


-Ricardo Mercado Sierra-





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 Nota: Este artículo no pretende hacer ningún tipo de apología política, sino simplemente aclarar algunos conceptos muchas veces confundidos...