viernes, 28 de marzo de 2014

EXPLOTACIÓN INFANTIL EN LAS ARTES MARCIALES Y DEPORTES DE CONTACTO

Hoy mi artículo viene a denunciar los abusos y la explotación infantil en las artes marciales y los deportes de contacto.
Niños de apenas  20 kilos de peso y poco menos de 1,20 de estatura, se entrenan muchas veces en gimnasios precarios, sin apenas protecciones y un horario estricto de compromiso y no menos de 5 horas de entrenamiento. Lo más sorprendente, es que tan solo tienen un cuenco de arroz que levarse a la boca. Hacen 500 flexiones y otras tantas abdominales diarias y se muelen a palos, por tan solo 2 euros por combate.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, aquí algunas de ellas:

Las grandes mafias, ganan por ellos lo que no está escrito, mientas los niños reciben amenazas, 
palos, dolor y sufrimiento por tan solo 2 euros por combate.
Los golpes son contundentes, sin apenas protección.

Vendajes precarios, como los propios gimnasios donde entrenan.
  Los guantes a veces tan bajos en calidad, que mejor pelearían sin ellos.

Para mayor crueldad, presentan otras modalidades de boxeo tailandés, donde pelean sin guantes.
 Solo les faltaba impregnarlos de resina con cristales.

A penas duras pueden hacerse con algún dinero extra de algunos turistas o almas caritativas.

Posan alegres, forjando una sonrisa forzosa para la prensa, esperando recompensa 
que muchas veces nunca llega.
Cumplen con un estricto código de honor, mientras ellos son deshonrados.
Forzados a ser héroes en el ring.

Agotados y sin aliento, resisten hasta el último round, si no son abatidos antes por un inminente O.K.

Su afan es ganar para cobrar 2 euros que llevarse a casa y contribuir en la economía familiar.

Las niñas también son llevadas al gran negocio de los golpes sin piedad.
Aterrorizadas en el rincon, esperando su batalla, con la esperanza perdida porque no ven un futuro mejor.
Miradas perdidas, sin encontrar ilusión. Niños guerreros, sin gloria ni triunfo en la batalla.
Soportan dolor, para poder comer un día.
Solo el que sobrevive, sabe valorar el esfuerzo y sacrificio de su rival. Se aferra a la vida, porque no sabe, cuándo la perderá.
Deténganse en esta última imagen por unos segundos. Si después no sienten nada, mejor comprueben si su corazón marcha bien. Si sienten repudio, es porque siguen siendo humanos.

No es necesario escribir ni decir mucho más ni más nada. Las imágenes de estos ángeles del infierno, 
lo dicen todo por sí solo.




Para los que creen que los niños no merecen ser dignos de tener un cinturón negro por su edad.





1 comentario:

Unknown dijo...

Es increíble que alguien pueda disfrutar con este espectáculo o se preste a ello. Yo no lo concibo. Pobres niños, no hay justificación de ningún tipo para esto.

LA GUARDIA CIVIL- LA BENEMÉRITA

 Nota: Este artículo no pretende hacer ningún tipo de apología política, sino simplemente aclarar algunos conceptos muchas veces confundidos...